Con motivo del Día 26 de Junio: 'DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL ABUSO DE DROGAS' tuvo lugar una rueda de prensa conjunta del Sector de Drogodependencias y Adicciones que ha tenido hoy lugar en la Sede de FEMAD.
En ella participaron:
María Sánchez Perianes, Presidenta de FEMAD
Manuel Martín Martín, Representante del Consejo Provincial de FAAR
Francisco Abad Domínguez, Representante del Consejo Provincial de FAJER
Para más información Cristina Martín
FEMAD: 952253003 / Móvil: 608589636
LA FEDERACIÓN MALAGUEÑA DE ASOCIACIONES DE DROGODEPENDECIAS Y OTRAS ADICCIONES (FEMAD), Y LOS CONSEJOS PROVINCIALES DE LA FUNDACIÓN ANDALUZA DE ALCOHÓLICOS REHABILITADOS (FAAR) Y LA FEDERACIÓN ANDALUZA DE JUGADORES DE AZAR REHABILITADOS (FAJER), CON MOTIVO DEL 26 DE JUNIO, QUIERE LANZAR UNA LLAMADA DE ATENCIÓN SOBRE LAS NECESIDADES QUE SIGUEN EXISTIENDO EN EL ÁMBITO DE LAS ADICCIONES Y DENUNCIAR LAS BAJADAS PRESUPUESTARIAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS.
El movimiento se encuentra “indignado” al igual que una gran parte de la sociedad con la situación que llevamos viviendo los últimos años por la falta de medios para combatir la problemática de las adicciones.
La realidad de las adicciones es que los recursos asistenciales no llegan a todas las personas, ni todas ellas encuentren respuesta en la actual red de tratamiento, hacen falta más recursos de incorporación socio-laboral para la personas con más dificultades, etc.
La crisis actual está provocando y mucho más personas acuden a nuestras entidades, las cuales ofrecen unos servicios complementarios que no prestan las Administraciones.
En el último año nuestras asociaciones atendieron a 30.467 personas, aumentando cada año. Mientras que los recursos financieros van disminuyendo.
Estos recortes económicos en momentos de crisis supone un desgaste para el trabajo que realizan nuestras entidades. Los usuarios/as ven cómo la atención que reciben no es la misma de antes, a nuestros trabajadores se les está recortando los horarios, etc.
Las consecuencias de no trabajar de una forma seria y responsable ante esta problemática, probablemente no las veamos a corto plazo de forma alarmante, pero las consecuencias aparecerán tarde o temprano, y en ese momento los costes sociales pueden ser desorbitados.
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